Los biofilms están formados por células microbianas, como pueden ser bacterias, hongos y una matriz extracelular. La matriz constituye el 80% de su composición, está formada de exopolisacáridos y presenta canales internos por donde circulan agua, enzimas, nutrientes, y residuos.

Se desarrollan en superficies que favorecen su adherencia (porosas, ralladas o rugosas), o que han sido sometidas a un programa de limpieza y desinfección deficiente.

Además, proporciona una función protectora a los microorganismos que alberga, disminuyendo la eficacia de los tratamientos de desinfección.

Este tipo de contaminación en forma de biofilms es persistente, además de presentar resistencia a los protocolos de limpieza y desinfección, posibilitando la presencia de reservorios en determinados lugares de la planta que pueden ocasionar contaminaciones microbianas en el producto final.

Etapas de la formación de biofilms

  1. Adhesión: con las condiciones adecuadas los microorganismos se sitúan sobre la superficie y se inicia su adhesión a la misma.
  2. Colonización: las células microbianas dan lugar a colonias. La adhesión se convierte en irreversible.
  3. Formación: las células microbianas empiezan a formar la matriz extracelular, dando lugar a un biofilm maduro.
  4. Crecimiento: se forman intersticios y canales en el interior de la matriz del biofilm, que servirán para el transporte de agua y nutrientes.
  5. Dispersión: desprendimiento de fragmentos de biofilm y adhesión de estos en otras superficies, facilitando la expansión del biofilm.

Recomendaciones para el control y prevención

  1. Prever e identificar donde se forman los biofilms: sitios con agua, materia orgánica y microorganismos contaminantes. Sitios con limpieza y desinfección insuficiente.
  2. Implantar de estrategias para evitar la nueva formación de biofilms.
  3. Poner a punto programas de limpieza y desinfección para la eliminación de los mismos.
  4. Rotar los productos químicos para evitar adaptación de los microorganismos.    Inspeccionar los equipos tras la limpieza, tanto visual como microbiológica.
  5. Verificar periódicamente de la eficacia de los métodos de limpieza y desinfección.

Test de detección de Biofilms

La técnica de detección selectiva de biofilms de TBF® 300, se basa en el empleo de agentes de tinción capaces de teñir la matriz extracelular que forma parte de la estructura de los biofilms.

El TBF® 300 se presenta en formato líquido, cuya fórmula y funcionalidad garantizan de una manera rápida muestreos de superficies para la detección de biofilms.

Además, es rápido, solo se necesitan 5 minutos para que los componentes del TBF® 300 tiñan la matriz extracelular que forma de la estructura de los biofilms, de manera que evita el riesgo de falsos positivos. Y finalmente es sencillo ya que no requiere personal especializado ni equipos complejos.

Al aplicar el producto, este sale en forma de espuma, lo que permite realizar muestreos tanto en superficies horizontales como verticales. El TBF® 300 es sostenible, porque cuenta con un envase PET 100% reciclable y capacidad de 125 ml.

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