El proceso de desinfección de superficies y ambientes por vía aérea, tiene como objetivo la seguridad e inocuidad de los alimentos producidos para que estos no afecten en la salud de los consumidores. Es importante evitar la contaminación cruzada en el proceso productivo, ya sea desde las superficies al alimento o del ambiente al alimento.

Los microbios patógenos como virus, hongos y bacterias son la causa principal de enfermedades transmitidas por el aire o por contacto directo que afectan a animales y humanos. Los estudios muestran que la aplicación de desinfectantes y biocidas a través de aerosoles o nebulización reduce significativamente la cantidad de patógenos infecciosos viables. Los nebulizadores producen microgotas que flotan en el aire hasta unos 10 minutos después de la aplicación,

Además de la inocuidad, el proceso de limpieza y desinfección también cumple otros objetivos como:

• Asegurar las características organolépticas de los alimentos
• Prolongar la vida útil de los alimentos
• Contribuir al mantenimiento de las maquinarias, equipos, instalaciones evitando la corrosión producida por los microorganismos
• Imagen de la industria frente a clientes, consumidores y propios manipuladores.

Un método efectivo para la desinfección de superficies y ambientes por vía aérea

Una solución óptima para la desinfección de ambientes y superficies es el sistema de rociado o nebulización vía aérea con soluciones desinfectantes durante un cierto periodo de tiempo. Para ello se utilizan equipos móviles o boquillas estacionarias para la dispersión del producto en forma de pequeñas partículas por zonas del área de trabajo a áreas que no se pueden llegar manualmente.

La tecnología para la nebulización efectiva se realiza mediante equipos que producen partículas ULV.

¿Qué es ULV?

ULV son las siglas en inglés de “ultra bajo volumen” y se refiere a las máquinas eléctricas que generan niebla fría formada por pequeñas gotas entre 1-150 micras y que requieren una baja cantidad de solución. Estos generadores de niebla fría se utilizan predominantemente para la aplicación de desinfectantes o insecticidas debido a su tamaño de gota óptimo para eliminar gérmenes e insectos. En general, sus aplicaciones incluyen la desinfección, control biológico y control de plagas.

Las máquinas nebulizadoras frías de bajo volumen pueden producir tamaños de gota cuyos diámetros de gota oscilan entre 1-150 micras. El tamaño de la gota es muy importante, ya que cada aplicación debe tener un tamaño de gota óptima. El tamaño óptimo de gotas es, entre otros:

* 5 – 20  μm para insectos voladores

* 20 a 40  μm para nematodos de las hojas

* 30 a 50  μm para hongos

La mejor solución

Se puede decir que la tecnología ULV es mejor para el medio ambiente en comparación con el método tradicional de nebulización térmica. La Organización Mundial de Salud (OMS) recomienda el uso de ULV como tecnología de nebulización para la desinfección en interiores, ya que utilizan los motores eléctricos, los productos químicos no están sometidos a combustión y rápidamente se puede cubrir un área grande con la mínima cantidad de producto químico. Los nebulizadores ULV se utilizan para aplicar desinfectantes, fungicidas, pesticidas, herbicidas y esterilizadores en los hogares, espacios de oficinas, hospitales, almacenes, granjas avícolas, silos, invernaderos de alimentos, etc.

Las ventajas de la tecnología ULV en la desinfección de superficies y ambientes por vía aérea

• Desinfección de partes o lugares inaccesibles manualmente
• Bajo consumo de producto
• Permanencia del desinfectante en el ambiente de un tiempo aproximado de 10 min luego de la aplicación
• Seguro y práctico, ya que no está sometido a acción térmica que puede generar la descomposición o combustión del producto utilizado

Productos con tecnología ULV

Los equipos ULV COLD (FOG (150V o FOG 30V) para los sistemas de desinfección por nebulización son capaces de tratar una superficie de 100 metros cuadrados en 70 a 90 segundos. En cuanto a los productos químicos específicos que tenemos disponibles, contamos con INAP 112 A (desinfectante a base de ácido peracético y peróxido de hidrógeno) y el INAP 114 (desinfectante en base de dióxido de cloro).

El primero de ellos (112 A) es una solución lista para su uso (sin dilución) y el segundo (114) es un producto concentrado que se debe preparar de acuerdo a las necesidades de descontaminación del ambiente y las superficies. Por ejemplo, en lugares donde existan muchos materiales de hierro o acero no inoxidable es recomendable el INAP 114 por su bajo nivel de corrosión.